Tú puedes...

EL “YO NO SÉ” DE LOS NIÑ@S...

        

     Observo, cómo desde muy temprana edad (3 años), los niñ@s son capaces de expresar con asombroso convencimiento “yo no sé”. Me alarma…. me alarma sentir que esta creencia impresa en sus células dé la cara tan temprano…. Y me hace reflexionar…. estos niñ@s aun no han tenido tiempo de vivir tantas experiencias nocivas como para crear ellos mismos esta creencia (al menos no en la mayoría de los casos), vivir con ella y expresarla…. los adultos a su alrededor tampoco han tenido tiempo para repetirles “tú no sabes” tantas veces como para hacer realidad esta creencia en ellos (repito, al menos no en la mayoría de los casos).

¿Qué ocurre entonces? Sí, hay una memoria celular, colectiva que asumimos individual, donde quedan registradas esta y otras creencias que nos limitan. Al nacer, se reactivan todas estas memorias (no sólo, también las relacionadas con nuestras habilidades y dones) y conforme vamos experimentando la vida, tenemos la oportunidad de reforzarlas o de limpiarlas y sanarlas (estas que nos limitan, mejor sanarlas, a mi parecer).

         Cualquier afirmación que hagamos sobre nosotros mismos queda impresa en nuestras células, y esas impresiones son con las que nos manejamos en la vida, en las relaciones, en el trabajo, con la familia… Imaginaos entonces la grabación que se hacen estos niñ@s cada vez que pronuncian “yo no sé”. Alarmante, ¿verdad?

         Sí, podemos hacer algo, podemos poner nuestro granito de arena para no alimentar esta creencia, podemos sustituir esta creencia en su interior por otra más positiva y beneficiosa para ellos, por ejemplo: “yo sí sé”.

Tienes la oportunidad de reforzar la autoestima de cada niñ@ a tu alrededor expresándole sin cesar “tú si sabes”, “lo vas a hacer muy bien”, “seguro que sabes hacerlo”, “es maravilloso esto que haces”,… Con tu actitud, dale espacio y permítele que haga cosas “a su manera”, él solo. Han de sentir que son capaces, que realmente “sí saben”, y eso se consigue con la práctica y la experiencia.

¿Podéis imaginar lo diferente que será la vida de un niñ@ que “no sabe” a otro niñ@ que “sí sabe”?

Llenemos el mundo de sonrisas de niñ@s que “sí saben”